lunes, 26 de diciembre de 2011

Crónica de una Navidad accidentada...?




La navidad la pasamos de una de mis cuñadas, como sabíamos que nos iba a resultar muy difícil la vuelta a casa, nos hicimos (de forma legítima, obvio) de una bici para poder volver sin contratiempos y en un horario no muy tardío, teniendo en cuenta que al otro día 7.20 pasaba a buscarme, el remis que "muy amablemente" me enviaba mi empresa para llevarme al trabajo.
Linda noche. La calle comenzaba a estar transitada porque se ve que a esa hora, los "viejos" comenzaban a volver a casa, y los jóvenes salían de parranda. Entramos las tres al ascensor, If, la bici y yo. Ella estacionó nuestro vehículo en el living y a mi me tocó la ardua tarea de cerrar la puerta del castillo. Me preparé lo que me iba a poner al día siguiente, no pusimos el pijama y a la cucha. Eran como las 2 de la mañana.
3.30 hs. No estoy segura de qué fue lo que me despertó. Pudo haber sido un sexto sentido, ruidos, o la luz del dormitorio al encenderse, vaya uno a saber. Es muy difícil explicar las sensaciones del momento, sobre todo porque es evidente que todo ocurrió cuando estábamos en lo más profundo de nuestro sueño.
Abro los ojos totalmente dormida y veo dentro del dormitorio a dos hombres. Solté un gritito agudo y fuerte de minita y, como si un resorte o el pánico me impulsara, quedé parada al lado de la cama. If lanzó otro gritito detrás del mío igual de maricón, pero más corto.
No hay forma de describir los pensamientos confusos y aterrados que tuve. Mi mente se preguntaba cómo mierda habían entrado, qué querían y millones de cosas más. Hasta me sentí dentro de una película o libro, no sé. Fueron segundos.
Uno de ellos dijo: "Tranquila, chica. Policía...", puede que dijera más cosas que cada tanto filtraban la confusión, el pánico mental y el atontamiento del sueño interrumpido. Mientras el tipo hablaba en mi mente se formaban imágenes de alguna de las cosas que decía. "La puerta...", la imagen de la puerta rota de mi departamento me asaltó, "policía", estaban buscando a algún ladrón que entró al edificio, porque en algún momento, asimilé que los dos intrusos eran policías....más películas, mucha confusión.
Como una autómata empecé a caminar hacia el living, creo que siguiéndolos y creo que If venía detrás mío. En la puerta había uno o dos más, no estoy segura, con una de mis vecinas. Mi cabeza embotada escuchaba que la rubia (la vecina), le explicaba al policía de la puerta que cuando llegó había un auto en doble fila (?) frente al edificio y que al llegar a nuestro piso y ver la puerta abierta... Al mismo tiempo el policía gordo me explicaba que estaba abierta la puerta del departamento.
"La debo haber cerrado mal", atiné a explicar como una idiota.
Les voy a tener que pedir los documentos, chicas". No sé si le contesté. Me dí la vuelta para ir hacia la pieza. La rubia le decía al poli portero: "No, pero yo a las chicas las conozco, viven acá". Se ve que al vernos sanas y salvas comenzó a lamentar el quilombo. Entro al dormitorio y le digo a If: "Quiere el documento, no sé dónde lo tengo", la verdad es que no sabía ni mi nombre si me lo preguntaban. Me quedé parada mirando la puerta del ropero, esperando que algo o alguien me sople la respuesta.
Y la luz se hizo lugar en la confusión. Fui al living y del morral saque mi DNI tarjeta y se lo dí al poli gordo. En ese momento cruzo miradas con la rubia, quien me dice totalmente arrepentida o avergonzada o vaya a saber qué: "Perdonen, chicas"... A esa altura, mi cuerpo temblaba como una hoja, el pánico en parte se me había ido, pero seguía totalmente embotada...aunque ya me surgían sonrisas nerviosas. Así que le sonreí y le dije que no se preocupara.
Le doy el documento al gordo. "Qué susto me pegué, mirá como me tiemblan las manos", me dice mientras me las muestra, ambas con las palmas hacia abajo. Me sentí entrando en la dimensión desconocida. Vos te asustaste??? Dios mío, sos policía. Qué nos queda a nosotras entonces? El cuerpo me tiembla tanto que en cualquier momento se me vencen las piernas y me caigo de culo al piso. Una imagen del cana con un arma en la mano y cagándonos a tiros por el grito que dimos al verlo al pie de la cama cruzó mi mente.
"...la puerta abierta, todo oscuro... cuando vi a dos chicas en la cama, pensé lo peor". Sí, somos tortas, ¿es eso lo peor? "Cuando vi a las dos chicas en la cama pensé lo peor", repitió. Supongo que por si algunos de los presentes no lo escuchó la primera vez. La rubia seguía en la puerta con el portero, el otro poli que había entrado en la pieza seguía parado alto y silencioso al lado del gordo.
El poli charlatán mira mi nombre en el DNI y me dice: "Axx, ¿tenés algún pariente en la policía?" Tenía unas ganas locas de que se fueran, de verdad que no quería ponerme a charlar... "No, soy de Rosario". Listo, con esto estamos. Mientras la rubia repitió lo del auto sopechoso y que ya, en otra oportunidad habían entrado a robar a no sé que piso y por eso... "¡Rosaaariooo, qué linda ciudad!" Mierrrda.
"Vas a bailar a las islas?" What the fuck??? "Ssiiiii..." Y el tipo se enganchó mientras mamarracheaba mis nombres y apellido en un cuadernito. "Qué lindo....blablabla...blablabla" No puedo recordar a qué fvino mi: "Sí, mi papá me contó..."
Dejó mi DNI y agarró el de If. Ahí me dí cuenta que no le había visto un pelo desde que le conté, absolutamente desolada, que no sabía dónde estaba mi DNI. El poli portero, le pregunta a la rubia si ella les abría abajo, a lo que ella respondió prontamente que sí. El charlatán abre el DNI, lo cierra y dice: "Con una está bien". Mientras el gordo cerraba la libreta, el alto silencioso me dijo en tono admonitorio, "Chicas hay que cerrar la puerta con llave. Siempre hay que cerrar la puerta con llave".
Se fueron. Cerré con llave y gancho. Seguía atontada. Mientras iba hacia la pieza con el documento de If en la mano, decidí sentirme sola por su desaparición de escena. Me paro en la puerta de la habitación y la veo acostada en la cama, hecha un bollito y con la cara tapada con las sábanas. Está llorando, pensé. "Qué te pasa?", le pregunté con suavidad. "Esto no puede ser, la puta que lo parió", se destapa la cara, que estaba seca, y me dice indignada: "Qué se tiene que poner a hablar de Rosario? Andáte, boludo, casi me muero del susto!!!", me rio y no se me ocurre decirle que Rosario es Lo Más.
Voy al baño. Todavía temblaba. La sangre me corría a mil por el cuerpo. Sentada en el inodoro me empiezo a reir a carcajadas y le grito: "Ves? Ahora tenemos algo que contarle a nuestros nietos!!!" Ambas comenzamos a reírnos a carcajadas.
Me acosté a su lado llorando de risa. Entre carcajadas le comenté que me había dejado sola. Ella dijo que me siguió al principio e incluso había agarrado el gas (1), porque en su aturdimiento If creía que los tipos estaban en el departamento cuando llegamos y que habían esperado a que nos durmiéramos para atacarnos. Cuando notó los uniformes, pensó que eso tampoco significaba nada, así que se guardo el gas en la espalda, en el elástico de su pijama. Pero que cuando el poli charlatán se puso a hablar de Rosario se fue a la mierda, en parte para esconder el gas y, en parte, porque quería que se fueran, no que se pusieran a charlar.
"Bueno gorda, si alguien tenía alguna duda sobre nosotras, hoy se la despejamos...", dije. Carcajadas a más no poder. Según ella nadie tiene dudas sobre nosotras. "Y yo con mi pijama sexy... Elástico suelto y roto, remera raída...", continué. "Estábamos para un desfile". Más carcajadas llorosas. "Yo estaba hermosa", dijo If "Remera blanca, pantalón blanco...", y la hija de puta lo decía en serio.
Pasamos mucho tiempo a las carcajadas. Incluso hoy me sigo riendo sola. También morimos de miedo. Ambas coincidimos en que hoy comprobamos que del corazón no vamos a morir (igual, eso lo comprobé con Central hace unos años, el 25 lo recordé, nomás). Obvio que no pegué un ojo en toda la noche, la adrenalina me duró hasta media mañana. Ella a la media hora estaba dormida.
Qué hija de puta.


1. Gas de pimienta que llevamos con nosotras porque sabíamos que nos volvíamos caminando o en bici.